Este es el segundo ataque de los miserables antisistema, cachorros cupistas, contra el juez Llarena, al mando de la causa que juzga a los líderes independentistas que orquestaron el procés en Cataluña. El primer episodio de ensañamiento fue en la población de Das (Girona), donde los radicales pintaron el eslógan Fascista ante un chalé que creían propiedad de Llarena. No obstante, yerraron y se equivocaron de propiedad.