El feng shui es una forma de geomancia desarrollada en China. Originalmente era una forma de conocimiento que estudiaba los cambios que ocurren en la naturaleza, el clima y los astros. Los orígenes del feng shui varían según las fuentes. Por un lado, toma la simbología del I ching (o libro de los cambios). Por otro, incorpora los cinco elementos (wu xing).
En el imperio chino, esta estética era un asunto de estado y solo las construcciones imperiales y de algunos nobles tenían acceso a esta aplicación. Por esa razón, se la llamaba «aplicaciones de emperadores y reyes». Incluso se aplicaba a la ubicación y orientación de las tumbas (yin zhai, o vivienda de los muertos). A partir de la instauración de la república, el feng shui (junto con otras prácticas tradicionales de la cultura china); fue prácticamente prohibido. Los centros actuales de difusión del feng shui no se encuentran en China, sino en Hong Kong, Taiwán y Malasia. En la última década del siglo XX ―con el auge de la Nueva era― el feng shui se ha popularizado enormemente y su práctica y enseñanza se ha extendido por casi todo el mundo de la mano de autores como Lilian Too, William Spear, Roger Green.