Rusia celebró una exhibición aérea en la que varios helicópteros realizaron acrobacias cerca de la ciudad rusa de Riazán, a 185 kilómetros al sureste de Moscú.
El evento transcurría con normalidad hasta este momento: un aparato comienza a girar sobre su eje y a descender abruptamente hasta estrellarse contra el suelo, quedando completamente destruido. Uno de los tripulantes del helicóptero murió, mientras que un segundo hombre resultó herido.