Trabajar ocho horas sentado es letal para tu salud

Aunque como no te queda otra que cumplir con las obligaciones de tu jornada laboral al menos puedes contemplar la opción de intentar cuidar un poco tu cuerpo para evitar convertirlo en un terreno abonado para las contracturas musculares, los problemas de circulación en las extremidades, la obesidad, etc. ¡Toma nota!, de los consejos que recoge Gema García MArcos en El Mundo.–Pasarte ocho horas sentado es letal para tu salud–.

1. SENTARSE BIEN

Adopta una postura correcta para evitar un sufrimiento excesivo a su columna vertebral. El primer mandamiento para lograrlo sería aposentar tu trasero sobre los isquiones, la base de tus glúteos. Recuerda que la pantalla del ordenador tiene que estar a la altura perfecta para que tu cabeza adopte una postura equilibrada. Si está demasiado baja, te obligará a pegar la barbilla al cuello con lo que someterás a tus cervicales a una tensión innecesaria y lesiva. Los hombros deben estar redondeados, ligeramente rotados hacia atrás para colocar correctamente las escápulas.


2. LEVANTARSE CADA HORA

Concentrarse en la tarea está genial pero, te guste o no, es conveniente que des un pequeño paseo cada hora. Si no utilizas ningún dispositivo de medición de actividad que te lo recuerde siempre podrás recurrir al viejo truco de colocar un post-it en la pantalla. Es más rudimentario pero funciona. A ser posible, intenta que esas pequeñas caminatas sean para reunirse, ir a la impresora o charlar con algún compañero y no para salir a fumar.

3.CAMBIAR DE POSTURA CADA 20 MINUTOS

Tu cuerpo te lo agradecerá. Sobre todo si eres de los que, sin darte cuenta, te sientas ante el ordenador con posturas más propias de un contorsionista que de un oficinista.


4.ESTIRAR

No te cortes. Tus músculos necesitan un respiro, sobre todo, los del tren superior, sometidos a una tensión bestial por el ratón, el teléfono, etc. Presta una atención muy especial a tus trapecios, músculos situados en la región posterior del cuello y del tronco.


5.EJERCITAR LAS PIERNAS

Además de premiarlas con pequeños paseos, aprovecha cualquier momento para levantarlas y estirarlas, de forma alternativa. Colócate una pelota entre los muslos y apriétala, así lograrás endurecer los abductores. Contraer y relajar los glúteos hará que tus nalgas se mantengan en su sitio. Y, por supuesto, olvídate de utilizar el ascensor.


6. ACTIVAR EL ABDOMEN

Tu tripa es tu ‘core’, el núcleo de tu cuerpo. Recuerda que deberías tener siempre los músculos abdominales activados, como si se fueras a protegerte de un golpe. De ese modo, liberarás de presión a la zona lumbar.

 

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