Para la última entrega de ‘Misión Imposible’, Tom Cruise ha grabado una escena sin duda para el recuerdo. Se subió a un avión, un Airbus 400m, como el accidentado en Sevilla, y despegó colgado por fuera. Despegó colgado del fuselaje no sólo una vez sino ocho. El actor confesaba que el día antes no durmió nada bien de los nervios.