Un sol primaveral luce en Liverpool, pero la sombría procesión va por dentro…
William tiene una angustiosa incertidumbre: ¿trabajará esta noche en la fábrica? ¿Y mañana?
Él es uno de los 700.000 empleados que trabaja con «contratos de «cero horas», que no garantizan ni un salario mínimo ni un número de horas.
Desde hace años, una empresa de trabajo temporal le contrata como interino en una «fábrica de galletas»