No hay nada que motive más a Mariano Rajoy, maestro de la ironía, que un debate de sobremesa y máxime cuando quienes le plantan cara llegan a la bronca con la mochila cargada de piedras y escaso armamento argumentario.
Después de varias semanas de vacaciones parlamentarias, el Senado ha recobrado este 8 de mayo de 2018 su actividad con la presencia de Mariano Rajoy y varios miembros de su gobierno en la sesión de control al Ejecutivo.
Y, como no podía ser de otra manera, la crisis política abierta en el PP y en la Comunidad de Madrid con la dimisión de Cristina Cifuentes ha sido objeto de debate por primera vez en la Cámara Alta.
Arrancó muy ufano el portavoz de Podemos, convencido de que la pifia del máster de la expresidenta madrileña le daba amplia ventaja en su cara a cara con el presidente del Gobierno.
Ramón Espinar, con escasa capacidad de palabra y leyendo como un párvulo, ha acusado a Rajoy de inacción:
«Usted no ha hecho nada por que usted no tiene legitimidad, usted aparece en los papeles de Bárcenas».
Espinar, que de luces anda corto, se refirió a continuación al pringoso vídeo del hurto de los botes de crema que precipitó la renuncia de Cifuentes (Cifuentes fue cazada robando en un híper en 2011 siendo la nº 2 de la Asamblea de Madrid).
«El desenlace apesta a cloaca».
Rajoy, fiel a su estilo, le ha sacuido un zasca de los que hacen época:
«Señor Espinar, usted mismo. No he hablado del máster ni de las becas del que le va a sustituir a usted como candidato a la Comunidad de Madrid, el señor Errejón».
«No se quien está detrás del vídeo, pero sí quien está detrás de lo de ustedes; la señora Bescansa y el señor Errejón, que quieren apartar al señor Iglesias».
La cara que se le ha puesto a Espinar, sentado en su escaño, era un poema, como se puede ver en el vídeo.
