Mariano Rajoy ha afilado este 31 de agosto de 2016, en la segunda sesión de investidura, toda su retranca gallega para replicar al líder del PSOE: “No abuse. Con que me diga que no, es suficiente”. Eso, tras escuchar el bronco discurso del socialista y antes de endiñarle una sarta de palos memorable.