Cristiano Ronaldo se elevó este 6 de julio de 2016 en el cielo de Lyon y de un testarazo impresionante le abrió las puertas a Portugal de la final de la Eurocopa de París. Enganchado a ese gol, el equipo portugués aprovechó el desconcierto galés para en tres minutos cerrar definitivamente el billete al Stade de France con un gol de Nani liquidando así a País de Gales por 2-0.
Cristiano dejó claro que es un competidor fabuloso y supo entrar en escena a lo grande. Con su gol de ayer empata con Platini como máximo goleador de la Eurocopa con 9 goles, competición en la que es el jugador que más partidos a disputado. Le falta el título y el domingo lo tendrá a tiro.
En el duelo entre Cristiano y Bale, el primero tiró de galones y fue determinante. Los grandes jugadores están para los grandes partidos y las grandes ocasiones y si bien es cierto que el campeonato del portugués no ha sido deslumbrante, no lo es menos que siempre que su equipo ha estado contra las cuerdas, Cristiano ha aparecido. Rescató a Portugal ante Hungría cuando se complicaban los octavos, protagonizó la jugada con la que Quaresma sentenció a Croacia, marcó el penalti en la tanda ante Polonia y fue decisivo ante Gales.
Tras pasar de puntillas por la primera parte, decidió entrar en el partido como un trueno a los 50 minutos al rematar un saque esquina botado en corto por Joao Mario que colocó Guerreiro al cielo del área galesa donde pareció que unos tramoyistas elevaban a Cristiano por encima de defensores y atacantes que parecieron tener plomo en la zona del cuerpo donde Cristiano tiene muelles.
A partir de esa levitación que supuso el 1-0, País de Gales perdió el guión de un partido que pasó de ser un documental de paisajes y claustros de monasterios a una película de persecuciones. Portugal fue el que mejor interpretó ese cambio de ritmo y tres minutos después de inaugurar el marcador, Cristiano volvió a aparecer. Un disparo suyo fue desviado en el área pequeña por Nani dejando a Gales groggy en la lona.