A Pablo Iglesias se le aparece la Maldita Hemeroteca

No hay que ser cicateros en el reconocimiento de las capacidades de Pablo Iglesias, líder de Podemos. Le adornan muchas, y, entre ellas, la de mentir.

 Emil Ciorán dejó escrito que “mentir es una forma de talento” y el dirigente populista demuestra tenerlo. Porque en esta campaña tan mortecina, Iglesias ha tratado de colar enormes falsedades con esos propósitos aparentemente maquiavélicos que resplandecen como toscamente torticeros.

Con su habitual exactitud, Santos Juliá -de trayectoria no precisamente discutible- escribía en ‘El País’ del pasado día 16 de junio de 2016:

 “Podemos ha demostrado gran maestría en el arte del transformismo discursivo -oportunismo demagógico se llamaba antes la figura- fundiendo en una sola propuesta comunismo, populismo, nacionalismos varios, patriotismo español, socialdemocracia, peronismo y corazón más sonrisa de recién casados atiborrándose de bombones en un paseo por Ikea”.

Pues este 19 de junio hemos tenido toda una exhibición de caradura en LaSextaTv.

Tenían motivos en el equipo de campaña Podemos para temerle a la entrevista de Ana Pastor a Pablo Iglesias en El Objetivo de laSexta.–Ferreras revela el verdadero miedo de Pablo Iglesias y su equipo en campaña: enfrentarse a Ana Pastor–

El líder de Podemos lo pasó mal cuando la periodista lo puso contra las cuerdas preguntándole por su condición de comunista –Pastor le acusó de «hacer viajes ideológicos»– y cuando le dijo si las declaraciones de Juan Carlos Monedero eran un ejemplo de la despolitización de la justicia que defienden. Iglesias acabó pidiendo la hora.

Ana Pastor volvió a poner en apuros al líder de Podemos como en aquella durísima que le hizo el 16 de noviembre de 2014. —Ana Pastor pone contra las cuerdas a Iglesias: «Me da miedo cuando dice que va a controlar los medios»

El primer intercambio de golpes lo tuvieron cuando le preguntó a Iglesias si «daría un paso atrás» cediendo la presidencia a Pedro Sánchez aunque Podemos consiguiera más escaños que el PSOE. «Eso no ha ocurrido nunca…», dijo Iglesias.

Pastor, rebuscando entre sus papeles, le recordó el caso de la CUP que había conseguido vetar a Artur Mas.

Iglesias (con tono paternalista): «Usted sabe Ana que Mas no era el candidato de Junts pel Sí…»

Pastor: «Usted sabe que Mas era el candidato aunque Romeva fuera el cabeza de cartel».

Primer aviso de que la entrevista no sería amable. El segundo aviso vendría con un vídeo de la Maldita Hemeroteca recordando los ataques de Podemos al PSOE. «¿Usted quiere pactar con estos a los que le ha llamado casta y demás?», preguntó Pastor.

Iglesias adoptó la careta de negociador político: «Lo que decíamos era cierto. De nosotros se han dicho cosas peores pero en política es muy importante negociar…» a lo que la periodista le respondió con un guantazo que descolocó al líder podemita: «La coherencia también es necesaria en política».

Iglesias no pasó sobresaltos en el tema sobre sus elogios a Zapatero pero le arrancó un titular que al sector duro de Podemos le habrá sentado como una patada en la entrepierna: «Me gustaría aplicar un programa de corte socialdemócrata». Pastor olió sangre y se fue a por él con un vídeo de declaraciones del Iglesias comunista. El podemita reía nervioso.

Y ahí llegó una de las confesiones de la noche: Iglesias ya no es comunista. «Nos hacemos mayores. Me siento orgulloso de haber sido comunista. Como candidato de gobierno no me siento comunista. Era una provocación de enfant terrible. Seré un socialdemócrata como [Salvador] Allende o [José] Mujica».

Iglesias estaba improvisando, se le veía nervioso y fuera del guión establecido. «No es lo mismo Ana Pastor tomando una cerveza que Ana Pastor en una entrevista…» El podemita se equivocó en la devolución y Pastor le metió un gol por toda la escuadra: «Yo no cambio de ideología ni de principios ni hago viajes como los suyos». Primer golpe al mentón.

Repaso de algunos puntos del programa económico de Podemos. Aquí es donde Pastor ha sido menos agresiva. Teniendo en cuenta el disparate económico que propone Podemos –sobre todo en material fiscal– la periodista podría haber estado más incisiva. Solo discutieron sobre si Podemos iba o no a pagar la deuda.

Iglesias dijo que nunca había dicho que no la pagaría y Pastor le dijo que sí lo había dicho ‘en aquella entrevista…’. Aquí los de Maldita Hemeroteca estuvieron poco espabilados porque podrían haber sacado este vídeo donde Iglesias dice en 2012 que no pagará la deuda. Por tanto, o Iglesias mintió o tiene mala memoria.

El golpe de Pastor que hizo besar a Iglesias la lona fue a cuenta de Monedero, quien aseguró en Cartagena (Murcia) que muchos jueces y guardias civiles están esperando la orden de un Gobierno para detener corruptos. «¿Es así como piensa Podemos despolitizar la política?», preguntó Pastor. Iglesias se fue por la tangente y dijo que las declaraciones de Monedero se habían malinterpretado. 

Pastor volvió una y otra vez sobre el tema mientras Iglesias desviaba la atención hacia la jueza Rosell y el caso Soria. Fue el peor momento de Iglesias y el mejor de Pastor. Y ahí acabó la entrevista.

La periodista pasó por el tema de medios y RTVE enredándose en detalles sin preguntarle a Iglesias sobre lo que Podemos lleva en el catálogo de IKEA como adelantó Periodista Digital: un CAC para controlar a los medios.

El Objetivo podría haberle sacado sus declaraciones pidiendo cerrar medios privados pero no lo hizo. Iglesias cogió oxígeno. Por último le preguntó si consideraba un golpista a Leopoldo López como había dicho Garzón . Iglesias dijo que en Venezuela había habido varios golpes de Estado como en el 2002 «apoyado por Aznar». Pastor debería haberle recordado el golpe de Hugo Chávez en 1992 pero pinchó en hueso y no supo rematar la faena.

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