A las diez de la mañana del 17 de enero, Podemos explotó. Justo el día en que el partido cumplía cinco años, dos de sus fundadores, Pablo Iglesias e Íñigo Errejón consumaron la fractura del partido. Errejón, candidato a la Comunidad de Madrid, elegido en primarias, anunció que formará una alianza con Manuela Carmena, alcaldesa de la capital, para concurrir a las elecciones de mayo bajo la marca Más Madrid, la plataforma de la regidora. Iglesias, “tocado y triste”, situó a Errejón fuera de la formación: “Deseo suerte a Íñigo en la construcción de su nuevo partido”.
Desde entonces hasta este 1 de abril, prácticamente silencio, pero claro, hay según qué frasecitas del exjefe Iglesias que está reventando a los carmenitas.