Iwata lideró la compañía desde que empezó el milenio en un periodo de lucha encarnizada con los otros dos gigantes de los videojuegos, Sony y Microsoft, tras la época dorada que vivió compitiendo exclusivamente con Sega, años atrás. Pero la PlayStation y la Xbox eran demasiada para la GameCube. Afortunadamente para Nintendo dieron con la Wii y la DS.