La Cámara de los Comunes de Reino Unido a veces parece un bar durante un partido de fútbol de Champions. Coge el balón el de tu equipo y parte de la grada grita, aplaude y vitorea. Roba el balón el otro equipo y suenan abucheos y risas de mofa. Por eso es necesario que haya un árbitro. Una voz respetada que destaque sobre toda la grada. Ese es el papel del portavoz de la Cámara, John Bercow, cuya actuación en la votación más importante de la historia reciente de Reino Unido ha causado furor en el resto de Europa.