No habrá ni eutanasia activa ni tampoco el llamado suicidio terapéutico aunque una de las grandes promesas del presidente francés, el socialista François Hollande, verá la luz tras un amplio debate público que empezará el próximo mes de enero.
El último informe de consenso entre los dos grandes grupos parlamentarios —el Partido Socialista (PS) y la Unión por un Movimiento Popular (UMP)— prevé la sedación profunda y continua hasta la muerte del paciente.