Delinquir era el auténtico ‘modus vivendi’ de los implicados en la ‘operación Púnica’, según dice el juez Velasco en su auto. El magistrado no se corta al hablar de la sumisión a la trama de los alcaldes implicados. El dinero de las comisiones salía de las instituciones afectadas directo a Suiza. Una vez allí se enviaba a Sudamérica para volver limpio y blanqueado a los bolsillos de los implicados.