‘Miembras’, ‘jóvenas’, ‘portavozas’… y sobre todo idiotas e idiotos

No cabe un tonto más. Y los progres y ‘progras‘ españoles y españolas, que saturan nuestros partidos políticos y ‘partidas políticas‘ o campan como tertulianos y tertulianas por los medios de comunicación, no paran de darse codazos para ver quien logra hacerse al final con la secretaría general de ‘Gilipollas sin Fronteras‘.

Sobra decir que la cita ONG, para adapartse a los tiempos y vista la cae, cambién pronto de nombre y adopte el inclusivo ‘Gilipollos sin Fonteros‘, para que nadie se sienta excluido.

Puntos y muchos ha ganado últimamente Irene Montero, quien ha sido la última pero no es la primera que patea la Gramática para ‘feminizar‘ palabras que no tienen sexo.

Desde Carmen Romero hasta Bibiana Aído, la lista incluye incluso al ‘okupa’ Pedro Sánchez.

Las palabras tienen género, pero no sexo. Un gorila, un policía o un astronauta pueden ser hombre y mujer, más allá de que su terminación sea masculina o femenina.

Es el determinante el o la o el adjetivo si lo lleva (el policía español/la policía española) el que  aclara a quién va referido, pero la evidencia no ha sido nunca suficiente para que algunas políticas fuercen el lenguaje para, según su definición, hacerlo más «inclusivo».

Montero, copropietaria del casoplón de Galapar y autoproclamada «portavoza» de Podemos, rectificar ha insistido en la conveniencia de llevar la gramática y el lenguaje a una nueva dimensión, tan solemne para ella como hilarante para casi todo el mundo. 

Su propio nombre, según su teoría, debería cambiar esas vocales ‘masculinas’ para adaptarse a una regla que casi nadie entiende y muchos acepta.

Salvo Irena Montera y un reducido grupo de irredentas jóvenas miembras del mismo club.

Incluyendo a la número dos del PSOE, Adriana Lastra, que no ha tenido empacho en defender a su rival con una declraciones que también han suscitado alguna sonrisa: 

«Me parece bien, lo aplaudo y lo defiendo. Yo a mi portavoza (Margarita Robles) la llamo portavoza».

Antes que la portavoz de Unidos Podemos en el Congreso y su «portavoza», otras políticas han recurrido a usos similares con otros términos para visibilizar a las mujeres.

Uno de los más recordados es «miembra», de la exministra socialista Bibiana Aído, pero también está «jóvenas», de la exparlamentaria socialista Carmen Romero, que luego retomó la diputada regional de Podemos en la Asamblea de Madrid Lorena Ruiz-Huerta.

La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, hace casi diez años, utilizó «miembra» en el transcurso de su primera comparecencia en la Comisión de Igualdad en el Congreso de los Diputados y, aunque reconoció que había sido un ‘lapsus’, aseguró que se utilizaba en Iberoamérica y planteó incluirla en el diccionario.

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