Rajoy baila el Pollito Pío tras triunfar el 26-J

Que cada cual piense lo que quiera, pero el paisano s eparece a Mariano Rajoy como un calco.

La duda entra cuando se le me menarse y se compara con los botes que dío el l´ñider del PP, en el balcón de Génova 13, la noche del 26-J de 2016, tras conseguir 137 escaños y dajar claro que está muy por encima de sus contrincantes polítocos.

Si no es mariano el del ‘Pollito Pío’, lo podría ser, porque motivos para bailar no le flatan. El análisis de los resultados de los comicios permite identificar quién y dónde se volcó con su partido.

El Partido Popular fue el gran beneficiado de la noche electoral gracias a su capacidad para atraer al votante de derechas en los pequeños municipios y las provincias más envejecidas, recuperando gran parte del voto urbano gracias al apoyo entre los electores con estudios inferiores y de mayor edad. Podemos no llegó a esta franja de la población. Y tampoco logró movilizar a su votante-tipo.

La participación es el primer dato que corrobora esta hipótesis. Comparándola con el 20-D, se ve cómo Unidos Podemos no consiguió arañar apoyos en ninguna de las provincias donde más gente fue a votar. Las caídas menos significativas están además marcadas por un componente regional.

El PP barrió tanto a algunas confluencias -como la gallega En Marea- como a su adversario histórico en el bastión socialista por excelencia, Andalucía. La desafección hacia los populares en Cataluña ha beneficiado esta vez a Esquerra Republicana, como partido más votado, en detrimento de Convergència.

Los populares han capitalizado el aumento de la participación mejorando sus resultados en todas las provincias donde más gente fue a votar que hace siete meses, y en forma casi proporcional. Unidos Podemos, por su parte, ha fallado a la hora de salir de las áreas de voto mayoritariamente urbano. La única excepción es Murcia, donde no llegó al 15% pese a la prevalencia del voto de ciudad.

Respecto al 20-D, Rajoy ganó el pulso a Iglesias también en las ciudades. Analizando el voto por tamaño de municipios, destaca que el voto a Rajoy se confirmó -y mejoró- en los pueblos pequeños. Pero sobre todo en pequeñas, medianas y grandes ciudades, como ha ocurrido en los ’ayuntamientos del cambio’. Y lo hizo a costa de Unidos Podemos, mientras PSOE y Ciudadanos seguían en la línea de votos de diciembre.

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