EL AVISPERO DE ORIENTE MEDIO

El piloto ruso cazando como conejos a terroristas islámicos

Terroristas del ISIS atacan un avión Caza Ruso, luego éste vira y hace un mortal ataque.

Francia y Rusia han dado un decisivo paso al frente en el marco de su cooperación en Siria contra el Estado Islámico.  Vladímir Putin, ha recalcado la necesidad de «establecer un contacto directo con los franceses, trabajar con ellos como aliados y desarrollar un plan de acción conjunta tanto por mar como por aire».

El presidente ruso ordenó al crucero de misiles Moskvá (Moscú) que establezca contacto en la zona de operaciones del mar Mediterráneo con el grupo francés encabezado por un portaaviones para, de esa forma, atacar de forma coordinada a los yihadistas.

La agencia de inteligencia estadounidense Stratfor cree haber identificado en la base aérea rusa de Latakia varios aviones de combate Sukhoi Su-24, Su-25 y Su-30.

Pero lo que más ha llamado la atención es la supuesta llegada al país de seis de los bombarderos más modernos con los que cuenta Rusia: el Su-34 o «Fullback», como lo llama la OTAN.

  Una de las imágenes satelitales analizadas por Stratfor, que identifica posibles aviones Su-25, Su-30 y helicópteros Mi-24.

Y Michael Kofman, un analista de la CNA Corporation –una agencia de análisis e investigación basada en Washington– estima en 34 el número total de aviones de combate que Rusia actualmente tiene en su base de Latakia: en total, 12 Su-25, 12 Su-24M2, cuatro Su-30SM y seis Su-34.

«Ahí están representadas tanto la vieja generación de venerables aviones de ataque soviéticos como los nuevos, súper modernos aviones de ataque polivalentes que Rusia tiene en su arsenal», le dijo a la BBC.

Viejos y nuevos

Según Kofman, el Su-25 es un avión de ataque a tierra y apoyo aéreo cercano que Rusia ya ha usado numerosas veces, más recientemente en el conflicto checheno y la guerra con Georgia.

«Pero aunque bastante capaz, también es particularmente vulnerable a los sistemas de defensa aérea portátil que en estos momentos abundan en Siria», le dijo a la BBC.

Y el experto describe al SU-24M2 como «el clásico bombardero táctico, modernizado desde su época soviética y capaz de ejecutar diferentes tipo de misiones de ataque, pero un avión bastante desgastado y todavía más viejo».

Por eso, para Kofman lo más interesante es el despliegue de los Su-30M –»un caza polivalente pesado, capaz de combatir en el aire y también de diferentes tipos de ataques de precisión desde mayores alturas»– y, sobre todo, de los Su-34 o «Fullback».

La llegada de estos aviones fue, de hecho, la que les terminó de confirmar a muchos que Rusia iba a involucrarse directamente en el conflicto sirio, pues entre las fuerzas leales a Bashar al Asad no hay pilotos entrenados para operarlos.

Y eso quedó claro el miércoles, cuando poco después de que el parlamento ruso aprobara el despliegue de tropas en el extranjero el ministerio de Defensa confirmó que su fuerza aérea ya había empezado sus bombardeados en territorio sirio.

Según las autoridades rusas, sus aviones han atacado posiciones del grupo Estado Islámico en Siria, pero varios portavoces del gobierno de EE.UU. salieron a respaldar las sospechas expresadas por la oposición siria de que los bombardeos se dirigen contra los rebeldes «moderados» y no contra los grupos extremistas.

Y durante una reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, advirtió que Washington tendría «graves preocupaciones» si Moscú estuviera bombardeando áreas donde no operan fuerzas de EI o al Qaeda.

«No hemos visto ningún ataque contra EI, lo que hemos visto son ataques contra la oposición siria», aseguró.

La última generación

Por el momento se cree que en esos bombardeos participaron aviones Su-24 o «Fencer», según la designación de la OTAN, un modelo que está operativo desde la década del 70 y que ya estaba en poder de la fuerza aérea siria.

Pero muchos creen que la decisión de Moscú de involucrarse directamente en el conflicto sirio eventualmente también llevará a ver en acción a los más modernos de los Sukhoi.

Image copyright AFP Image caption Se cree que los primeros bombardeos rusos emplearon aviones Su-24.

«Los Su-34 llegaron a Siria. Oficialmente, estoy celoso. Sólo me puedo imaginar el infierno que los yihadistas van a sufrir», escribió, por ejemplo, en su cuenta de Twitter Haidar Sumeri, un experto en seguridad iraquí.

Y es que los más modernos y poderosos de los cazabombarderos rusos, capaces de volar a dos veces y media la velocidad del sonido, nunca habían sido desplegados fuera del territorio de su país.

«Se trata de aviones de combate mucho más avanzados, esencialmente el remplazo de los Su-24M2, capaces de todo tipo de bombardeos y de defenderse a sí mismos en el aire», es la descripción de Kofman.

Efectivamente, los Su-34, que entraron por primera vez en servicio en 2006, están bien equipados para el combate aéreo con un cañón de 30mm y varios misiles aire-aire de corto y mediano alcance Vympel.

Image copyright RIA NOVOSTI Image caption Los Su-34 jamás han sido desplegados en combate fuera del territorio de Rusia.

Pero los Fullback están concebidos sobre todo para atacar posiciones terrestres gracias a sus sistemas de radar y de fijación de blancos con tecnología infrarroja y un vasto arsenal de bombas, de caída libre y teledirigidas, así como de misiles aire-superficie.

Y para Famil Ismailov, del servicio ruso de la BBC, el despliegue de los Su-34 en Siria le da a Rusia una rara oportunidad para probar los aviones en acción.

«Si los utilizan en Siria, van a poder ver qué es lo que funciona bien y qué no», le dijo a BBC Mundo.

Kofman coincide: «Estos aviones nunca antes había entrado en combate y puede que Rusia no sólo lo esté usando, sino de hecho probándolos», explicó.

Y es que, como explica Douglas Barrie, experto en aviación militar del Instituto Internacional para Estudios Estratégicos de Londres, los rusos todavía tienen cosas que averiguar.

«La actual Fuerza Aérea rusa no tiene la variedad de armas de precisión y sistemas de fijación de blancos de sus homólogos occidentales más capaces», le dijo Barrie a la BBC.

«No es un problema nuevo, sino algo que quedó expuesto durante la guerra con Georgia en 2008», aseguró.

Y es un problema que además de limitar la precisión de los ataques también aumenta el riesgo de víctimas colaterales.

Aunque, según Barrie, a partir de 2008 los rusos redoblaron sus esfuerzos para desarrollar y adquirir sistemas comparables con los que tienen EE.UU. y varios países europeos.

Ventajas en tierra

Otra desventaja comparativa de los rusos es que tampoco tienen sistemas aéreos no pilotados (drones) para labores de inteligencia, vigilancia y reconocimiento comparables con los empleados por EE.UU. y sus aliados en Afganistán.

Pero como explica el experto en temas de defensa de la BBC, Johnatan Marcus, en su campaña aérea en Siria los rusos tendrán una importante ventaja sobre los estadounidenses y su coalición: su alianza con Bashar al Asad.

Lea también: «Era natural para el gobierno sirio pedirle ayuda a Rusia»

Image copyright AP Image caption Se estima que Rusia tiene cuatro aviones modelo Su-30 en Siria.

«Una debilidad fundamental de EE.UU. y sus aliados es la falta de fuerzas creíbles en el terreno. El poderío aéreo puede lograr grandes cosas cuando se coordina con tropas en el terreno, pero sin éstas su impacto es limitado», explicó Marcus.

«Pero los rusos no tienen ese problema: puede que el ejército ya no sea lo que era, pero sigue siendo una fuerza que hay que tomar en cuenta. Y con nuevas armas proporcionadas por los rusos y su apoyo aéreo, van a poder resistir a la mayoría de las fuerzas de oposición», agregó.

Y si bien Rusia no cuenta con la misma tecnología para la obtención de inteligencia que EE.UU., muchos de sus blancos serán fijados con el apoyo de las unidades sirias en el terreno.

Para Marcus, el poderío aéreo ruso no va a ser suficiente para que Al Asad recupere control sobre las largas extensiones del país que ya perdió a manos de los diferentes grupos involucrados en el conflicto.

Pero sí le permitirá ganar valioso tiempo.

«Y ahí está la clave de la estrategia de Moscú: consolidar al gobierno de Al Asad, eliminar los puntos de presión y garantizar que su aliado siga siendo un factor a considerar en cualquier posible arreglo diplomático», sostiene Marcus.

Si esto acelerará el fin de un conflicto que ya ha dejado más de 240.000 muertos o, como teme Occidente, terminará prolongándolo todavía más, sólo lo dirá el tiempo.

Y según el corresponsal de la BBC en Medio Oriente, Quentin Sommerville, por el momento, más que preocuparse por el tipo de aviones que emplea la Fuerza Aérea rusa en Siria, lo que preocupa a los militares estadounidenses que también están combatiendo a Estado Islámico son otras dos cosas.

«La actitud ‘diferente’ de los rusos ante los daños colaterales y qué pasa si bombardean las fuerzas que ellos están apoyando», explicó.

Y sobre eso Moscú y Washington tienen mucho que hablar.

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