Doña Letizia no luce joyas de pasar o heredadas de su suegra: desde el pasado enero lleva con frecuencia unos importantes pendientes de diamantes y rubíes cuyo origen se desconoce. Porque algo ha cambiado en los últimos tiempos. La Reina comenzó a finales del año pasado a lucir más joyas importantes y menos bisutería. La máxima exposición de esa nueva costumbre llegó el pasado mes de febrero, cuando la mujer de Felipe VI lució por primera vez la tiara de Lis y las dos pulseras de diamantes que pertenecieron a la reina Victoria Eugenia y que forman parte de las conocidas como joyas de pasar. Ese propósito por renovar sus complementos se vio durante la cena de gala ofrecida por los emperadores de Japón a los Reyes a principios de abril, cuando Letizia utilizó por primera vez unos pendientes de diamantes y zafiros de Doña Sofía. Sin embargo, el par de brillantes y rubíes son una adquisición nueva en su joyero.
La Reina estrenó el par de pendientes durante la cena por el 30 aniversario del diario económico Expansión, que tuvo lugar el pasado 7 de febrero. La Reina dio total protagonismo a las joyas con un look sobrio en tonos negros. Además, recogió su pelo en un moño, por lo que su nueva joya destacaba.
Los pendientes están en el joyero de la Reina desde hace tiempo y son de su propiedad,
desvelaron entonces fuentes de Casa Real a este suplemento. Las citadas fuentes no quisieron confirmar de dónde han salido esas joyas y durante cuánto tiempo han estado guardadas en el joyero privado de la Reina, aunque a juzgar por sus palabras, algún miembro de la Familia Real habría pagado para comprar las alhajas. «Si se hubiera tratado de un regalo, tendría que haber cumplido las normas de transparencia impuestas por Felipe VI». Es decir, haber sido catalogada y recogida en la lista de regalos oficiales. Esta lista se publica desde hace tan sólo dos años, por lo que si los pendientes hubieran llegado a Letizia antes, no tendrían que aparecer en ningún papel oficial. Las teorías sobre la procedencia de dichos pendientes son infinitas, sin embargo, hay dos hipótesis que cobran más fuerza, según recoge María Pina en El Mundo, hoy 6 de mayo de 2017.
Según la tradición de la monarquía Al Saud, cuando un homólogo de otro país visita Arabia Saudí, se le agasaja con todo tipo de lujos que recuerden la riqueza y ostentación del país del Golfo. Por ello, las consortes de las cortes europeas suelen recibir conjuntos de joyas de los reyes saudíes. Doña Sofía tiene un juego compuesto por pendientes y pulsera de diamantes y rubíes. Una importante joya que lució en 2006 durante una visita a Tailandia y, posteriormente, en 2007, durante la visita del entonces rey Abdalá bin Abdelaziz a España. El conjunto habría sido un regalo del monarca. También la duquesa de Cornualles y esposa de Carlos de Inglaterra, Camilla, tiene un importante collar de diamantes y rubíes regalo de la monarquía Al Saud. Don Felipe visitó el país del Golfo el pasado mes de enero. Tan sólo tres semanas después, Doña Letizia estrenó los pendientes, que están realizados con las dos piedras preciosas favoritas de los saudíes: diamantes y rubíes. A pesar de esa coincidencia, desde Casa Real insisten en que no es un regalo hecho a Don Felipe durante el viaje.
