Las series extranjeras están de moda. Determinan el calendario con sus estrenos, paralizan la actualidad con sus fichajes y evolucionan, adueñándose también de la crítica especializada. Cada vez más, las ficciones para la pequeña pantalla pujan por someter el contenido de calidad a su nicho, desbancando al cine de su eterno dominio y, sobre todo, al puro espectáculo de los programas de televisión, siempre a la cabeza en audiencia para el medio catódico. Pese al salto cualitativo que han dado las series internacionales, fichando a actores de renombre, directores de prestigio y renovando unos contenidos que empezaban a escasear en ideas, hay un terreno que se les resiste en España: las cadenas en abierto.
Los españoles siguen de cerca sus ficciones favoritas, según recoge Lucía M. Canabelas en ABC, pero prefieren para ello suscribirse a plataformas como HBO, Amazon o Netflix, donde pueden disfrutar de la emisión simultánea o lo más pegada posible a la fecha original. «Es difícil que una serie alcance la audiencia necesaria para el canal si ya se ha visto por otra vía y llega al país con mucho decalaje», explica a ABC José Antonio Antón, director de Programación y Canales Temáticos de Atresmedia. Patricia Marco, directora de la División de Antena de Mediaset, también atribuye la incidencia en el share de las ficciones internacionales como motivo por el que las televisiones generalistas no apuestan por este tipo de contenido–El patriotismo de España, un terreno maldito para las series extranjeras–.
Las generalistas tienen un público objetivo muy numeroso y estas series no siempre alcanzan el número de espectadores al que nos queremos dirigir y atraer.
España prefiere lo local
Las grandes cadenas en España apuestan por productos nacionales, relegando a «segundos canales o temporadas estivales» las extranjeras, a las que siguen menos desde la televisión y más desde plataformas de pago. De este modo, Antena 3 apostará este verano por «Hora Punta» o «Almost Human», «muy frescas y que la mayor parte del público español desconoce», según Antón, así como Telecinco lo hizo en su día con «Invisibles» o «El secreto de Adam». España es un país especial a la hora de consumir ficción: el espectador medio prefiere la nacional a la que llega de fuera», cuenta Fernando López Puig, director de ficción de TVE. Las series que se asientan en la parrilla suelen ser autoconclusivas, como «Mentes criminales» o «CSI», de capítulos independientes, que se mantienen en la programación porque exigen menos al espectador, que no necesita estar pendiente del episodio anterior ni de evitar spoilers al ser menos mainstream.
Los que ven la televisión lineal en abierto prefieren contenidos poco complejos, de consumo sencillo y que no le obliguen a una disciplina de horarios,
aclara el directivo de la cadena pública.
