La nueva temporada de ‘Pesadilla en la cocina’ está mostrando su lado más humano. Los problemas personales afectan de lleno a los profesionales y eso se refleja en los restaurantes que intenta reflotar Alberto Chicote. Una tarea nada fácil, donde vemos cómo el chef tiene que dejar de ser cocinero para convertirse en psicólogo en situaciones que muchas veces le superan.