Se podía haber titulado ‘Un palmo de narices’, ‘A un panal de rica miel…’ o ‘Las Calentorras’, pero lo principal es que es muy divertido. Al margen de eso y para los que se toman siempre la vida muy en serio, se trata de un experimento social, con cámara oculta, que te obliga a matizar tus ideas sobre la bondad natural del género humano.