Los Golden State Warriors se vengaron la madrugada de este 23 de noviembre de 2016 de la grave afrenta sufrida a principios de noviembre por Los Angeles Lakers.
Aquel día, en aquel partido, los angelinos desmontaron uno a uno todos los argumentos ofensivos y defensivos del equipo de Steve Kerr. Fue una paliza tanto en el marcador (117-97) como en sensaciones.
Las de los angelinos eran magníficas, las del conjunto de La Bahía…, pero todo cambia en un abrir y cerrar de ojos, y más cuando entre tus filas tienes un potencial casi ilimitado: Curry, Thompson, Durant, Green… kilotones de potencia sobre una pista de baloncesto que clamaban revancha.
Y lo hicieron de una forma espectacular. Destrozaron por 43 puntos de diferencia (149-106) a unos Lakers huérfanos en la dirección sin D’Angelo Russell que podría estar de baja al menos dos semanas.
Con él fuera, el español José Manuel Calderón (7 puntos, 4 rebotes y 6 asistencias) se ha convertido en el base titular y sufrió como nadie la inspiración de Curry. El dos MVP aún recuerda esa noche en California cuando puso fin a una racha de 157 partidos logrando al menos un triple.
Fue uno de sus peores encuentros en la NBA, pero de eso hace ya mucho tiempo y su motor está a pleno rendimiento: 31 tantos con 5/7 en el triple y 9 asistencias. Durant, por su parte, llegó a los 28 y Klay Thompson, a los 26.