Dalian Atkinson, de 48 años, exjugador de la Real Sociedad y del Aston Villa, murió este 15 de agosto de 2016 cerca de su casa de la localidad inglesa Telford, en el condado de Shropshire, después de que la policía local le disparase con una pistola Taser (eléctrica y, teóricamente, no letal).
La policía de West Mercia ha confirmado que uno de sus agentes disparó a un hombre con una pistola Taser, tras acudir a la zona para atender una llamada por un «problema de seguridad», según explica el diario The Guardian.
Tras recibir el disparo, Atkinson fue atendido en el suelo durante más de hora y media por los servicios de emergencia, que acabaron certificando el fallecimiento. La policía ha abierto una investigación interna.
Grupos defensores de los derechos humanos han mostrado en repetidas ocasiones el aumento sin control del uso de estas pistolas eléctricas y sus consecuencias. Según datos del Ministerio del Interior, la policía descargó sus Taser 1.921 ocasiones.
Atkinson disputó la temporada 90/91 con la Real Sociedad y fue muy querido por la afición txuri urdin que le apodó «el Txipiron».
En esta única campaña en el equipo donostiarra, por el que fue fichado por 150 millones de pesetas de las de entonces, marcó 12 goles. El jugador británico jugó también en el Ipswich Town, Sheffield Wednesday, Aston Villa, Fenerbahce, Metz, Manchester City, Al-Ittihad, Daejeon Citizen y Jeonbuk Motors, donde se retiró en 2001.
Las pistolas Taser disparan dardos conectados al arma que dan una fuerte descarga eléctrica, que apenas dura cinco segundos.
El cuerpo sufre un gigantesco espasmo muscular y es incapaz de hacer nada más que dejarte caer. El terrible dolor pasa, teóricamente, en unos segundos, pero puede ser letal para las personas con problemas cardíacos.
