Antes de nada, puntualizar que el juez no condenó al final al dueño de ‘Max’.
Los hechos sucedieron en 2015. Fue entonces cuando las autoridades de California presentaron al menos seis cargos contra el dueño del feroz pero fiel perro guardian, que fue ejecutado a tiro limpio por agentes del departamento de policía de Hawthorne, durante una operación para detener a unos atracadores.
Leon Cordell Rosby, de 52 años enfrenta múltiples cargos por delitos mayores (felony), incluyendo amenazas criminales y disuadir e intimidar testigos y un cargo de delito menor por resistir arresto.
Los cargos contra Rosby, presentados en 2014 la Corte Municipal del Aeropuerto, entrañaban la posibilidad de una condena a cinco años de prisión, según la fiscalía. Rosby se declaró no culpable de los cargos.
Rosby filmaba un arresto realizado por agentes del Departamento de Policía de Hawthorne, quienes decidieron detenerlo bajo cargos de interferir con su trabajo.
Lo estaban esposando, cuando su perro Max salió del auto donde estaba para tratar de defenderlo. Los agentes se asustaron al ver al enorme animal, sacaron sus pistolas y uno de los policías le disparó.
El abogado de Rosby, Mark Geragos, uno de los más reconocidos en Estados Unidos y quien representó con éxito en la década de 1990 al cantante Michael Jackson, advirtió que asiste a «una de las mayores perversiones del sistema de justicia penal que jamás había visto».
«Los policías ejecutaron a su perro. Le rompieron las costillas a mi cliente hace un año (durante un arresto), y ahora le están fabricando delitos, es inconcebible».
La policía sostiene que Rosby caminaba cerca de la escena de un arresto con su Rottweiler de 40 kilos. Aunque traía puesta una correa, el dueño creó «una situación cada vez más peligrosa» al detenerse a tomar fotos, por lo que decidieron arrestarlo.
Por su parte, Rosby, contratista con licencia y exentrenador de baloncesto, relata que salió de su vehículo con el perro y tomó un video con su teléfono para asegurarse que no hubiera violación de los derechos civiles del arrestado.
Al momento en que los agentes intentaron detener a Rosby, el perro ‘Max’, que estaba en el asiento trasero de su auto, saltó contra los oficiales, uno de los cuales le disparó cuatro tiros y lo mató.
Según Rosby, reconoció a uno de los dos agentes como partícipe en una agresión en su contra en julio de 2002, de acuerdo con una denuncia que presentó contra la ciudad de Hawthorne.
El jefe de policía de Hawthorne, Robert Fager, explicó que los oficiales involucrados fueron trasladados a tareas administrativas, en respuesta a las amenazas contra ellos y sus familias.
