Su nombre es Gabriel Heredia y su vida es un gran ejemplo de perseverancia. Demostró que no hubo obstáculo que se interponga, ni límites que le impidan alcanzar sus objetivos.
Nació sin brazos, y siempre se las ingenió para hacer de todo. «Estudié, aprendí a servirme un vaso con alguna bebida, a andar en bicicleta y hasta manejé un auto», contó el argentino para una entrevista a La Nación, según recoge LaRepública.
Él siempre veía a su madre trabajar en la peluquería que tenía y a los 14 años se afianzó su curiosidad por las tijeras. Empezó jugando con sus muñecos y las máquinas para cortar el cabello.
Pasó a ser ayudante de peluquería cuando obtuvo la mayoría de edad, y al cabo de poco tiempo logró conseguir su propia clientela.
«La gente pasa por aquí y se queda mirando los cortes y diseños que hago. Nunca imaginé que iba a tener la cantidad de clientes que tengo», declaró.
(Vídeo Fuente: TWTV World YT Canal)