La extraordinaria y premonitoria teoría del Big Bang del obispo medieval Robert Grosseteste

En Genesis 1:3 dice: «Entonces dijo Dios: Sea la luz. Y hubo luz».

Pero eso fue apenas el principio, según recoge BBC Mundo,  de la creación divina del Universo. Esto, según la Biblia, es lo que Dios hizo después con esa luz —La extraordinaria y premonitoria teoría del Big Bang del obispo medieval Robert Grosseteste–.:

Entonces dijo Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche, y sean para señales y para estaciones y para días y para años;
y sean por luminarias en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así.
E hizo Dios las dos grandes lumbreras, la lumbrera mayor para dominio del día y la lumbrera menor para dominio de la noche; hizo también las estrellas.
Y Dios las puso en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra,
y para dominar en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno.En el siglo XIII, un erudito inglés de la orden franciscana pensó sobre el tema.

Robert Grosseteste trabajaba en uno de los grandes centros de aprendizaje en Oxford, al que la gente había empezado a llamar «universidad».

Para Grosseteste -cuya mente estaba repleta de arcoíris y rayos de luz- todo, hasta el acto divino primordial de la creación misma, tenía que ver con la luz.

Sin embargo, ¿cómo la hizo exactamente Dios?

La respuesta del religioso es verdaderamente excepcional. Su teoría fue el primer intento de describir los cielos y la Tierra usando un conjunto de leyes.

Desde su punto de vista, todo había empezado con luz y materia estallando hacia afuera desde el centro: un Big Bang medieval.

Su historia es una de invención e imaginación atrevida, de cómo la fe en principios matemáticos y científicos combinados con la creencia en un cosmos ordenado por Dios, dio lugar a una idea sorprendentemente profética.

Empieza con la luz…Robert Grosseteste nació en medio de esa excitante época.

A principios del siglo XIII era un profesor prominente, erudito y, como todos los investigadores en Oxford, un cristiano devoto. En 1235 se convirtió en el Obispo de Lincoln.

Para él, la luz era una de las más maravillosas creaciones de Dios.

La luz física es la mejor, la más deleitable, la más hermosa de todas las entidades que existen. La luz es lo que constituye la perfección y la belleza de todas las formas físicas,

escribió.

Pero Grosseteste no se conformaba con sentarse a disfrutar de la luz que entraba por las grandes ventanas de la catedral gótica de Lincoln. Empezó a estudiarla como un científico.

Analizó por ejemplo el paso de la luz a través de un vaso de agua.

Se dio cuenta de que los lentes pueden magnificar los objetos, y cuando uno lee lo que escribió sobre eso se pregunta por qué pasaron otros 300 años antes de que los telescopios y microscopios fueran inventados.

Esta parte de la óptica, cuando se entiende bien, nos muestra cómo podemos hacer que cosas que están a una distancia muy lejana parezcan como si estuvieran muy cerca, y las cosas que grandes que están cerca parecen muy pequeñas, y cómo podemos hacer que las cosas pequeñas que están lejos parezcan de cualquier tamaño que queramos; de manera que podría ser posible para nosotros leer las letras más pequeñas a distancias increíbles o contar la arena o las semillas o cualquier clase de objetos diminutos.

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