Las sesiones con Cristina Soria han conseguido que Matamoros desvele sus pensamientos más íntimos incluidos los relativos a su relación con Makoke. «En la vida de todo el mundo, ha momentos dignos de olvidarse o de aparcarse. Aunque también hay momentos felices y bonitos», explica Kiko. «No soy una víctima de mi infancia. Soy hijo de mi tiempo y de mi lugar. Evidentemente, la infancia condiciona mucho. Nací y crecí en una época complicada y en un entorno familiar difícil pero también tuve cosas muy buenas. Creo que la víctima más que yo fue mi padre», cuenta.