Jordi Pujol mantiene su versión ante el Parlament catalán. Asegura que el legado de su padre no tiene nada que ver con la corrupción e insiste en que no tiene cuentas en el extranjero. Todo lo demás, ha dicho a los diputados, son «especulaciones». Pujol ha pedido disculpas por el tono de su anterior comparecencia y ha defendido que Artur Mas no sabía nada.