El que fuera entrenador del Barcelona, acudió al palco del Camp Nou acompañado de su padre y Mane Estiarte para disfrutar y alucinar con el juego de los que un día fueron sus jugadores. Los aficionados y las radios no tardaron en acercarse al gran ídolo azulgrana que durante fases del encuentro terminó engullido por la muchedumbre. Una gran noche para el Barça que también pareció disfrutar Pep.