Gareth Bale tuvo el Pichichi de la Eurocopa en su bota derecha

El galés falló en el mano a mano con Curtois que le hubiera supuesto distanciarse en cabeza de la tabla de goleadores de la Euro 2016.

País de Gales amplió este 1 de julio de 2016 su leyenda en esta primera fase final de la Eurocopa que disputa en toda su historia. Jugará las semifinales ante Portugal en Lyon.

Habrá un Gareth Bale contra Cristiano Ronaldo que nadie esperaba al inicio del Euro. gLos galeses ganaron con todo merecimiento a una Bélgica que empezó jugando a gran nivel pero que pagó las ausencias en defensa y tener un técnico malísimo.

Gales con goles de Ashley Williams, de Hal Ronson-Kanu y de Sam Vokes, superaron el tanto inicial de Radja Nainggolan. Están en las semis con todo merecimiento porque dónde no llega su fútbol, limitado en algunos componentes, les sobra corazón, orgullo, fe, dinámica de grupo y no darse nunca por vencidos. Como dijo Gareth Bale, nadie les gana en orgullo y ganas de defender su camiseta, son auténticos dragones.

La clasificación tuvo el lado amargo de ver como Aaron Ramsey, uno de sus hombres vitales, se perderá las semifinales por doble amarilla, la igual que Ben Davies.

¡Viva el fútbol!

La primera parte del País de Gales-Bélgica reconcilió al fútbol con este Euro. Cada uno con su estilo plantearon un partido ambicioso, para ganar, con detalles de técnica, buenas jugadas y mucha presión. Los dos técnicos, Chris Coleman y Marc Wilmots jugaron con la defensa muy adelantada. Sobre todo el belga consciente d el aflojedad de su zaga por las ausencias de Vertonghen (lesionado) y Vermaelen (sancionado). El fuera de juego era su defensor más eficaz.

Los primeros 20 minutos de los ‘diablos rojos’ fueron de un alto nivel, con Eden Hazard y Kevin de Bruyne, apoyados por Romelu Lukaku y Yannick Carrasco. Fue un ‘fútbol-total’ que no se veía desde los ochenta con Guy Thijs en el banquillo que llevó a los belgas a disputar la final de Euro 1980 y brillar en el mundial de España-82.

Gales capeó como pudo el temporal. Primero hubo una triple ocasión de Bélgica con remates sucesivos de Carrasco, Meunier y Hazard. No fue gol de casualidad.Taylor salvó bajo los palos junto a Hennessey.

Obús de Nainggolan

Bélgica marcó en la jugada más inesperada. Se cumplía le minuto 13. Hazard le cedió el balón a Nainggolan y éste, desde fuera del área, lanzó un auténtico obús que entró por la escuadra sin que Hennessey pudiera despejar el balón, aunque lo llegó a rozar con los dedos.

Pero ese tanto despertó a los galeses que, poco a poco, fueron ganando terreno en busca del empate gracias al trabajo de Joe Allen (Aaron Ramsey estuvo más apagado de lo habitual). Es cierto que abusaron de las faltas y vieron varias tarjetas amarillas, pero lograron equilibrar el partido que es lo que querían.

Bélgica empezó a sufrir en cada jugada de estrategia porque la defensa hacía aguas por arriba y les faltaba talla a sus jugadores. Así llegó el 1-1 en que el capitán Ashley Williams remató sólo dentro del área pequeña de cabeza. Fue una jugada curiosa. Cuatro galeses se pusieron en fila india y, de golpe, cuando llegaba el balón se abrieron velozmente. La improvisada zaga belga no supo reaccionar. Se cumplía la media hora de partido. Antes, Thibaut Courtois había hecho un paradón en un remate a bocajarro de Neil Taylor.

Luego sólo hubo una gran internada del rojiblanco Carrasco cuyo centro envenenado salvó in extremis Hennessey, cuando Romelu Lukaku iba a rematar de cabeza.

La primera mitad acabó con un justo empate a un gol por el esfuerzo y las ocasiones de ambos equipos.

‘Juega’ Wilmots

En el descanso, Marc Wilmots, que pasará a la historia como un nefasto técnico, sacó del campo a Yannick Carrasco para meter a Marouane Fellaini. Buscaba centímetros y fuerza, pero perdía fútbol y desequilibrio arriba. De Bruyne pasó a la derecha y Nainggolan se adelantó para quedar de medio centro Fellaini.

Bélgica volvió a la carga. Lukaku y Hazard tuvieron sendas oportunidades pero sus remates salieron fuera. Hazard volvía a estar en todas partes, tocaba constantemente el balón como el día de Hungría. El esférico volvía circular rápido.

Aunque el corazón del dragón galés es muy grande. Cuando menos lo esperaba nadie, un centro de Aaron Ramsey fue culminado con un golpe de genio por Hal Robson-Kanu. El delantero galés se deshizo primero de Jason Denayer y, luego, de Jordan Lukaku y Marouane Fellaini con un quiebro de tacón.Se quedo solo ante Thibaut Courtois y le ‘fusiló’. Era el 2-1 que daba mucha vida y ánimos a País de Gales. Bélgica quedó ‘groggy’ por el tanto recibido (54′).

Marc Wilmots rectificó su anterior error, sacó al ineficaz Jordan Lukaku, metió a Dries Martens. Jugaron con una defensa de tres con Witsel o Fellaini, que se iban turnando, por delante. Ganaron presencia en medio campo y, sobre todo, arriba. Aunque habían perdido casi toda la segunda parte e iban por detrás en el marcador.

Aún así encerraron en su área a Gales que se defendía como podía. Pudo haber penalti a Nainggolan, rodeado de galeses. Le pisaron.

Mucho Gales

Y, otra vez, la fe de País de Gales obró el milagro. En una acción aislada, Gunter centró y Vokes, que había entrado por Robson-Kanu conectó un cabezazo impresionante que batió a Courtois y significó el 3-1 que sentenciaba el partido (87′).

Los dragones galeses habían alcanzado la semifinal contra pronóstico. Están a un paso de llegar a una final, un sueño con el que jamás nadie hubiera soñado. Pero como dice su técnico Chris Coleman, «la fe y el corazón de los galeses da para mucho».

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