La muerte del reverendo protestante, a los 88 años de edad, marca el fin de una época. Su trayectoria, llena de luces y sombras, no ha dejado indiferente a nadie. En los 60 se le acusó de incendiar la provincia con sus soflamas anticatólicas, pero con los años fue capaz de pactar con antiguos enemigos. Así en 2007 formó parte de un Ejecutivo compartido con el brazo político del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA).