Comenzó a despuntar entre isobaras y borrascas allá por 1996 en
Telemadrid. Alto, rubio y con carisma, Óscar Martínez informaba del
tiempo de la región de Madrid aparentando ser el yerno perfecto de las
televidentes, el chico ‘sanote’ con el que puedes pasar un buen rato
sin miedo a que te decepcione. No tardaron en la pública en darle ‘más
deberes’ y nuevas misiones.