El senegalés con cinco euros
Nguema, un senegalés residente en España desde hace años, se llevó la alegría de su vida cuando comprobó que le había tocado el Gordo de Navidad. Su caso es de esos que dan para una película de cine. Un guión que se basaría en la historia de un treinteañero inmigrante con apenas cinco euros en el bolsillo que decide probar suerte jugando a la lotería, y encima gana 400 000 euros.
Su historia es cuando menos esperanzadora, donde la suerte quiso que él y su mujer pasaran de ser una pareja rescatada de una patera a una familia feliz con una buena pasta en la cartera. Y solo tuvo que invertir 20 euros, los que le costó el boleto ganador, según recoege Excite hoy 27 de enero de 2017.
La mallorquina del Euromillones
Hay casos en los que la alegría de recibir un montón de dinero no te cambia la vida, como ocurrió con la joven mallorquina que se llevó uno de los mayores premios de la historia de la lotería europea pero que vive como cualquiera. Aunque le cayeron del cielo algo más de 126 millones de euros, viste con ropa lowcost, conduce un coche vulgar, hace la compra en el mercado del barrio y vive en una casa rústica sin muchos lujos.
La razón es simple: no quería malcriar a su hijo, ni transformarse en otra personas, ni llamar la atención. De hecho, siguió trabajando durante varios años después de ingresar el premio para no levantar sospechas en su entorno más cercano. Quería seguir viviendo su vida como siempre… y por ahora parece que lo ha conseguido porque no hay imágenes suyas en la Red, ni se sabe su nombre real.
El riojano desaparecido
Si a unos les da por no decir nada y seguir como si nada, a otros les da por desaparecer directamente. Es el caso de Pascual Fuertes, un riojano de cuarenta y tantos que tuvo buen tino a la hora de señalar los números del Euromillones. Unos 20 millones se llevó a la saca, justo antes de esfumarse y dejarlo todo, incluido su trabajo en una fábrica. Nadie sabe dónde está, aunque en el pueblo todo el mundo está seguro de que habrá hecho buen uso del pastizal que se llevó.
El gallego que se suicidó
Hay situaciones peores que guardar un secreto o tener que desaparecer, como la que tuvo que vivir Calvo Vaz. Este gallego cercano a los 50 años ganó 10 millones jugando a la lotería, algo que alegraría a cualquiera, pero terminó suicidándose. Parece ser que contrajo demasiadas deudas intentando vivir como un multimillonario, tantas que no pudo soportar la presión y puso una pistola en su cabeza. La verdad es que 10 millones de euros dan para mucho, pero él se pasó con los coches de lujo, las mansiones, los terrenos de caza que fue adquiriendo en propiedad.
El increíble caso de Roca
Quizá nuestro amigo de Ourense tendría que haberse metido en política para sacarle partido a sus millones, tal y como hizo Roca. Este señor, imputado por casos de corrupción en Castellón, alegó ante el juez que su dinero lo ganó jugando a los juegos de azar. Por lo visto, y según el propio Roca, le tocó la lotería hasta diez veces en menos de doce años. ¡Menuda suerte!
Fabra y su enorme suerte
Otro elemento del panorama político español con ‘mucha suerte’ es Fabra. También imputado por corrupción (caso Malaya), y también tocado por la diosa Fortuna. Al igual que Roca, justificó sus millones con boletos de juegos de azar. Bono Loto, La Quiniela u Once son algunos de los juegos en los que asegura haber ganado todo su dinero. Hasta 50 premios dice haber ganado en los últimos años, algo muy normal en su vida según su mujer, que lo pintó como un jugador nato con una flor en el culo.