El dinero que Rodrigo Rato regularizó en la amnistía fiscal de 2012 procedía de una fortuna familiar. Una fortuna amasada por su padre, Ramón Rato, un empresario que también tuvo problemas con la Justicia. En 1966, el padre de Rato fue detenido por evadir dinero a Suiza y la Justicia franquista le condenó a tres años de cárcel.