El elefante asiático es ligeramente más pequeño que su primo africano

La elefanta mata a un aldeano que grababa con su móvil a su cría muerta

En una aldea del distrito de Midnapore, en el estado de Bengala Occidental (La India), un grupo de paisanos fotografiaba con sus móviles una cría muerta de elefante.

Estaban tan tranquilos, cuando la madre del pequeño paquidermo, enfurecida por la presencia de extraños junto a su hija, ataca al grupo.

Alcanza a uno y lo aplasta hasta la muerte, con reiteración, recreándose.

Según informa The Times of India, la hembra formaba parte de una manada de elefantes y dio a luz en un bosque cercano a la aldea, pero la cría falleció al poco de nacer.

Cuando su madre, loca de dolor, empezó a barritar, los locales acudieron al lugar y empezaron a sacar fotos con sus teléfonos móviles.

En ese momento la elefanta se lanzó a perseguir a los aldeanos, que lograron escapar a su furia, con la excepción del desventurado Sailen Mahato, de 33 años.

LOS ELEFANTES ASIÁTICOS

El elefante es el animal terrestre más grande del planeta, aunque el elefante asiático es ligeramente más pequeño que su primo africano.

Se puede identificar al elefante asiático por sus orejas, que son redondas y más pequeñas. (La forma de las orejas de los elefantes africanos recuerda al continente africano.)

Las orejas de los elefantes irradian calor para ayudar a refrescar a estos enormes animales, aunque a veces no es suficiente.

A los elefantes les encanta el agua, y disfrutan duchándose. Para ello, absorben agua con la trompa y se la rocían encima.

La trompa del elefante en realidad es una larguísima nariz multiusos: sirve para oler, respirar, barritar, beber y agarrar cosas, especialmente las que se pueden comer.

Solo en la trompa tienen unos 100.000 músculos diferentes. Los elefantes asiáticos tienen una protuberancia parecida a un dedo en el extremo de la trompa que les permite agarrar objetos pequeños. (Los elefantes africanos tienen dos.)

Los elefantes usan los colmillos para cavar en busca de raíces y agua, arrancar la corteza de los árboles e incluso luchar entre ellos.

Por desgracia, su marfil les ha dado muchos problemas. Al ser tan valioso para algunos humanos, muchos elefantes han sido abatidos para conseguir sus colmillos. En la actualidad este comercio es ilegal, pero no ha desaparecido del todo.

Los elefantes comen raíces, hierba, fruta y corteza, y lo hacen en grandes cantidades. Un elefante adulto puede consumir hasta 135 kilogramos de comida en un solo día.

Estos voraces animales no duermen mucho, y recorren grandes distancias en busca de las enormes cantidades de comida que necesitan para sustentar sus ingentes cuerpos.

Las hembras viven en manadas familiares con sus crías, mientras que los machos suelen vagar en solitario.

Tener un bebé elefante es un compromiso muy serio. El embarazo de las elefantas dura más que el del resto de mamíferos, casi 22 meses.

Las elefantas suelen dar a luz una cría cada dos o cuatro años. Al nacer, los elefantes ya pesan unos 90 kilogramos y miden un metro de alto.

Los elefantes asiáticos han sido domesticados desde hace miles de años. Estas poderosas bestias se han empleado para mover objetos pesados, como árboles caídos, para transportar a humanos e incluso para luchar en guerras.

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