Además de un pecado, robar es un delito bastante habitual, pero para el que no está dotado todo el mundo.
Estos 6 que te presentamos aquí son unos cuantos ejemplos de caraduras a los que no les salió bien la faena y encima quedaron retratados en cámara de vídeo.
EL PELIGRO DE LAS REDES SOCIALES
Vivimos una época en la que a la gente le ha dado por hacerse selfies y en publicar todo en las redes sociales: fotos de lugares de vacaciones, de restaurantes visitados, incluso fechas de nacimiento y otros datos personales.
Antes, el consejo que te daban era que no dijeras en el taller mecánico que te ibas de vacaciones, porque todos tus datos personales y hasta las llaves suelen ir en el vehículo.
Ahora, los consejos van por el lado de Internet.
Conviene usar la cabeza y el sentido común pues algunas publicaciones dan demasiada información sobre quienes las publican, otorgando a los ladrones datos para cometer sus hurtos.
Existen varias precauciones que conviene estudiar y realizar si no queremos ser víctimas de estos delincuentes.
- No añadir a extraños como amigos ya que pueden llegar a toda nuestra información sin saber quiénes son.
- Configurar la privacidad de las publicaciones a ‘solo amigos’ para que solo puedan ser vistos por personas conocidas.
- No avisar por las redes sociales sobre periodos vacacionales, destinos y fechas ya que, de forma indirecta, se pone en evidencia que la casa se queda vacía.
- No publicar en las redes sociales objetos de valor que se tengan y puedan resultar ‘golosos’ para los ladrones
- Desactivar la geolocalización en las fotos
- No escribir en redes sociales la dirección, información personal o datos comprometedores
- No escribir sobre horarios laborales, ya que, del mismo modo que con las vacaciones, se evidencia que la casa se encuentra vacía
- No publicar teléfonos de contacto. El no responder al teléfono fijo o los estados de WhatsApp también ponen de relieve que la persona no se encuentra en su domicilio
- No publicar rutinas deportivas. Tus rutas enseñan donde empiezas y donde acabas y, por tanto, lo lejos que estás de tu casa y por cuanto tiempo.