Sánchez tiene que tener muy claro que no está negociando con Cataluña, sino con el separatismo. Y tiene que tener muy claro que al reunirse con Torra está dejando de reunirse con millones de catalanes. Hay millones de catalanes que nos sentimos abandonados por el Gobierno de España, humillados, moneda de cambio; que sentimos que nos han entregado a los nacionalistas como un botín, que Sánchez es capaz de vender España a trozos a cambio de quedarse unos meses en La Moncloa. Si hay un motivo para hablar con Torra, es para decirle que cumpla la ley y que, hasta que no se cumpla la ley, no hay nada que negociar. Fuera de la democracia no se negocia.
