Han pasado tres semanas desde que Iker Casillas sufriera un infarto del que tuvo que ser operado y del que ya ha sido dado de alta. Por ello, el guardameta del Oporto tiene dobles motivos para celebrar: por haber salido del trance médico y porque el 20 de mayo ha cumplido 38 años, en casa y rodeado de los suyos. Eso sí, no todo ha ido tan bien como él habría esperado…