Un mínimo gesto de uno de los grandes futbolistas del mundo puede cambiar el día de un aficionado. Ha sido el caso de Pablo, un niño enfermo que en el partido del Real Madrid en Granada, recibió el cariño de su máximo ídolo. El jugador portugués se acercó al pequeño para firmar la camiseta de su equipo, el Madrid, y cumplir así su sueño. Es una de las historias más entrañables que deja la pasada jornada de Liga.