Ni siquiera el presidente de la Comisión, Alberto Montero, para más inri de su mismo grupo parlamentario, daba crédito. Y tuvo que explicarle de qué iba el asunto.
Cañamero: «Viendo un poco lo que se ha dicho, como es una cosa de urgencia, yo entiendo que…».
Montero: «Se trata solo de posicionarse sobre las enmiendas. Es para decir si las acepta o no».
Cañamero: «¿Podría plantear, por ejemplo, una transnacional (sic)?».
Montero: «Sí, pero eso lo negocian entre los distintos grupos y luego se presenta en el momento de la votación. ¿De acuerdo?».
Cañamero: «Con las propuestas no estoy de acuerdo, porque se quedan un poco en la superficie de las cosas y, por lo tanto, no se ajustan a la realidad».
Montero: «Puede negarse a aceptar las enmiendas o plantear una transaccional con el resto de grupos».
Cañamero: «Lo que yo planteaba era la posibilidad de llegar a un acuerdo; que se forme esa Comisión -lo digo públicamente- y, por ejemplo, decidamos que las peonadas se eliminen…»
Montero: «Insisto, se trata de posicionarse y decir sí o no. Si quiere intentar una transaccional con el resto de grupos, proceda y luego se presenta en el momento de la votación».
Los honorarios de Cañamero son de 3.860,25 euros brutos en 14 pagas (2.813,87 euros como a cualquier diputado más otros 1.046,48 euros como plus por ser portavoz en la Comisión de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente). A ello hay que sumar otros 1.823,86 euros mensuales libres de impuestos -o sea, limpios- en concepto de indemnización por ser de una circunscripción distinta a Madrid. En su caso, Jaén.
En total al mes se lleva de la Cámara Baja más de 5.000 euros netos. Y ni siquiera sabe decir correctamente transaccional, según publica esdiario.