Que la presión independentistas llega a ser asfixiante en la sociedad catalana es un hecho. Que son muchos los catalanes que tienen miedo a mostrar su “españolidad”, también. Y que ese temor a salirse del guión soberanista se extiende a todas las capas de la sociedad está fuera de toda duda.
Así, son muchas las multinacionales con presencia en Cataluña que han optado por esconder la más mínima alusión a España, desde el idioma hasta el más mínimo símbolo. Ya ocurrió con Ikea, Burger King o McDonalds, que han decidido prescindir del castellano en su publicidad o en sus menús en sus locales en Cataluña.
LA HISTORIA
Que la presión independentistas llega a ser asfixiante en la sociedad catalana es un hecho. Que son muchos los catalanes que tienen miedo a mostrar su “españolidad”, también. Y que ese temor a salirse del guión soberanista se extiende a todas las capas de la sociedad está fuera de toda duda.
Así, son muchas las multinacionales con presencia en Cataluña que han optado por esconder la más mínima alusión a España, desde el idioma hasta el más mínimo símbolo. Ya ocurrió con Ikea, Burger King o McDonalds, que han decidido prescindir del castellano en su publicidad o en sus menús en sus locales en Cataluña.
Ahora le ha tocado a la empresa textil irlandesa Primark. A apenas unos días del comienzo del Mundial de Fútbol de Rusia, las tiendas de esta cadena venden camisetas con los nombres de los países participantes. Sin embargo, en los establecimientos de Barcelona y Tarragona los responsables de la empresa decidieron inicialmente no vender las de España “para evitar problemas”, según se podía comprobar en una conversación telefónica de una clienta con una de las tiendas.
“Reconocemos que esta ha sido una decisión equivocada y susceptible de ser interpretada como una falta de respeto a los seguidores de la selección española, cosa que lamentamos”, ha asegurado este jueves la empresa en un comunicado.
“La reciente decisión de no vender una camiseta en concreto se tomó en base a dos consideraciones: las escasas ventas históricas de los productos antes mencionados y la previsión, dada la actual situación política, que las ventas serían aún menores”