Tres cacos en Australia se llevaban un buen chasco este pasado 25 de mayo. Entraron a una gasolinera de Nueva Gales del Sur con la intención de hacerse con la caja pero tras ella se encontraron a un fornido señor de 64 años que en sus ratos libres, desde hace décadas, pega puñetazos. El boxeador aficionado se deshizo de los intrusos tras un breve rifirrafe.