Faltan pocos días para que se produzca la reaparición televisiva de Isabel Pantoja tras su salida de la cárcel, donde ha estado cumpliendo condena durante casi dos años. A pocas horas de su emisión, la entrevista en El Hormiguero se está llevando con mucho secretismo, aunque según ha publicado El Confi TV, se han filtrado algunos detalles de las condiciones que la tonadillera habría impuesto al programa. Se trata de una de las entrevistas más esperadas de los últimos meses, y parece que Pablo Motos no lo va a tener nada fácil. Y es que, si con la entrevista de Mercedes Milá de la semana pasada no hubiese tenido suficiente, la Pantoja pretende tenerlo atado de pies y manos.
Como era de esperar, las preguntas serán pactadas de antemano. Además, para evitar situaciones desagradables de las que luego puedan arrepentirse, el programa será emitido como un falso directo, por lo que será grabado horas antes de su emisión, para que, en el caso de que las preguntas o las respuestas no sean de su agrado, se puedan cortar. Una fórmula que El Hormiguero ha utilizado con estrellas internacionales, siempre por temas de agenda y horarios por no poder acudir al programa en directo. En esta ocasión es muy distinto, ya que responde a la voluntad de querer tener controlado cualquier imprevisto que se pueda ocasionar. Además, también se habría filtrado que la tonadillera interpretará uno de sus temas de su último disco Hasta que se apague el sol, que salió en noviembre al mercado con poco éxito de ventas, según recoge Libertaddigital, hoy 28 de enero de 2017
Pero las exigencias no acaban ahí, ya que también se habría pactado la entrada telefónica de Kiko Rivera para dar una ‘sorpresa’ a su madre y así el lavado de imagen sea completo. Una estrategia que según la publicación sería para que la discográfica que lleva actualmente la carrera musical de su madre lleve también la suya. Universal estaría dispuesta a dirigir su carrera siempre y cuando abandone esa imagen de conflictivo y tenga en cuenta que tiene que atender de forma correcta a la prensa y dejar de verlos como enemigos.
