La reunión del electo presidente estadounidense Donald Trump con los principales representantes de las firmas tecnológicas más importantes de su país se dio en un marco cordial y de aparente intención de colaboración, a pesar de los cuestionados comentarios del republicano en campaña sobre la industria.
Entre otros, quienes asistieron al encuentro en la torre Trump de Manhattan el último miércoles fueron: Jeff Bezos de Amazon; Elon Musk de Tesla; Tim Cook de Apple; Sheryl Sandberg de Facebook; Larry Page y Eric Schmidt de Alphabet, la empresa matriz de Google; y Satya Nadella de Microsoft, entre otros, un total de 19 empresarios tecnológicos. Por el lado de Trump, estuvo Reince Priebus, presidente del Comité Nacional Republicano; Mike Pence, el vicepresidente electo; Jared Kushner, uno de los yernos del magnate, y tres de sus hijos (Ivanka, Eric y Donald Jr.). Este último aspecto ha llamado la atención de varios medios, que han señalado a Kushner como uno de los más comprometidos con los temas conversados en la reunión; asimismo, la presencia de sus familiares siembra dudas sobre la manera en que el nuevo presidente delegará funciones y construirá su círculo de confianza. Por otro lado, los intereses empresariales de Trump y su familia no dejan de ser parte del cuadro, a la luz de que el mismo presidente electo había señalado que al asumir la jefatura de estado dejaría atrás toda participación en sus diversos emprendimientos empresariales, que tan solo en la rama inmobiliaria tiene activos por cerca de US$3.500 millones.
De acuerdo con el portal Recode, varios puntos importantes se tocaron en la agenda. CEO de Microsoft, Satya Nadella, nacido en la India, planteó quizás el tema más espinoso: la inmigración y cómo el gobierno puede ayudar al sector tecnológico manteniendo las visas H-1B para personal técnico calificado. Nadella arguyó que Microsoft gasta en investigación y desarrollo principalmente en Estados Unidos, aunque el 50% de sus ventas se registran en el extranjero, por lo que instó a Trump a seguir atrayendo talento extranjero.
«Vamos a arreglar eso», dijo Trump según Recode, sin prometer nada en concreto: «¿Qué puedo hacer para mejorar eso?»
El CEO de Apple, Cook, trajo a la mesa el tema de la enseñanza de la ciencia, la ingeniería, la tecnología y las matemáticas, tópico también tocado por Sandberg, de Facebook. Ella puntualizó en la importancia de impulsar políticas educativas en tal sentido —como vino haciendo el saliente Barack Obama— para asegurar a las mujeres y minorías subrepresentadas el acceso a esta formación. Sandberg también trajo a colación la licencia de maternidad pagada. En la campaña, Trump reveló que planeaba otorgar seis semanas de licencia a las nuevas madres, mientras que Clinton abogaba por 12 semanas para los padres de ambos sexos. Trump señaló que el vicepresidente electo Mike Pence escucharía sus sugerencias al respecto, sin anunciar alguna medida en particular.
Por su parte, Eric Schmidt de Alphabet criticó la tecnología de la información de varios programas gubernamentales, a la que llamó anticuada e insegura. Precisamente en este tema Trump indicó que espera continuar el diálogo con el grupo para conocer más formas en que pueden contribuir a mejorar este aspecto de su gobierno.
El CEO de Amazon, Jeff Bezos, llamó la atención sobre cómo las compañías estadounidenses tienen dificultades para triunfar en China y lo que el gobierno podría hacer al respecto. Mientras que la CEO de IBM, Ginni Rometty, habló sobre la creación de empleos en el sector, habiendo escrito anteriormente un editorial prometiendo que la compañía generaría 25.000 empleos en los Estados Unidos en los próximos meses.
Musk también participó en una serie de discusiones, y más tarde planteó una de sus cuestiones clave, el cambio climático, en otras reuniones en Trump Tower.
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