Las populares novelas de misterio de la prolífica escritora inglesa Agatha Christie han formado a lectores de todo el mundo desde hace ya muchos años, convirtiendo a la autora en una best-seller a perpetuidad…al menos cuando aún había hábitos de lectura. Su relación con el cine, sin embargo, no ha sido tan constante como pudiera parecer. Sus adaptaciones han sido muchas pero muy espaciadas en el tiempo, siendo, sin duda, el formato televisivo el que más ha tenido en cuenta a Agatha Christie.
Una de sus novelas más elogiadas es «Asesinato en el Orient Express». Toda un «vademecum» sobre el género más querido por la literata, el «whodunit» (contracción de «who has done it?»). Esta formulaica fórmula dramatúrgica juega, cual tablero de ajedrez con la acumulación de sospechosos, los espacios cerrados y la deducción más o menos lógica del autor del crimen. Tan solo la pericia profesional del escritor de turno permite que este esquema resulte más o menos original y que promueva el suspense. La recreación fílmica más recordada es, sin ningún tipo de duda, la realizada por Sidney Lumet en 1972.
Ahora es Kenneth Branagh quien plasma en celuloide las intrigas de este heterogéneo grupo de pasajeros del mítico tren que se enfrentan a un asesinato por resolver. Branagh se reserva el papel del atildado Hércules Poirot y se rodea de un elenco de estrellas que incluye a figuras como Willem Dafoe, Penélope Cruz, Johnny Depp o Judi Dench. El resultado final es un estilizado entretenimiento que elogia espiritualmente el clasicismo pero con una factura de última generación.
