Fue Sócrates, filósofo griego del siglo V a.C. quien acuñó eso de «solo sé que no sé nada«.
No existe un registro histórico directo, pero la frase aparece en los escritos de su discípulo más famoso, Platón, quien en sus diálogos presentó al maestro como alguien caracterizado por su humildad intelectual y su reconocimiento de la propia ignorancia.
En el diálogo de Platón llamado «Apología de Sócrates«, el viejo filósofo se defiende de las acusaciones en su contra y argumenta que su sabiduría radica precisamente en ser consciente de su falta de conocimiento.
Según Sócrates, mientras otros se consideraban sabios y tenían una confianza injustificada en sus conocimientos, él reconocía su ignorancia y se dedicaba a cuestionar y buscar la verdad a través del diálogo y la reflexión.
La cita «solo sé que no sé nada» encapsula la idea de que el verdadero conocimiento comienza con el reconocimiento de la propia ignorancia y la disposición a cuestionar y explorar más allá de las apariencias.
A lo largo del tiempo, la frase se ha convertido en un proverbio filosófico que destaca la importancia de la humildad intelectual y el espíritu crítico en la búsqueda del conocimiento.
EL VÍDEO
Hay cosas extraordinarias que desconoces.
Algunas muy complejas y otras tan simples o cotidianas, como el número de veces que bebe agua un perro.
