Secuela merecida de uno de los títulos más destacados de la última cosecha de blockbusters de nueva generación, «Kingsman: El circulo de oro» (2017) continua las frenéticas aventuras de estos espías tan, tan «britishs» que ya nos habían cautivado en «Kingsman: Servicio secreto» (2014). Basado fielmente en un comic del «enfant terrible» de las viñetas, Mark Millar (autor también de «Kick-Ass»), el film muestra todos los atributos que marcaron el tebeo original: humor bestia y salvaje, guiños a mansalva a la cultura pop y una alta dosis de ironía tamizada por la acción bondiana pluscuamperfecta.
Para la ocasión los guionistas se han sacado de la chistera de las ideas descabelladas una villana de opereta, encarnada nada menos que por ese pedazo de actriz que es Julianne More, para que ponga al descubierto todo el entramado que protege a este peculiar condominio del espionaje británico. Amenazados de muerte Kingsman deberá recurrir a sus colegas norteamericanos que ejercen allende los mares funciones paralelas bajo el nombre «empresarial» de Stateman. Por el camino, además de tener la oportunidad de mostrar su legendaria flema inglesa, resucitaran de entre los muertos a uno de los personajes más carismáticos, Harry Hart (Colin Firth).
Esta nueva entrega de lo que promete ser una larga saga ha reforzado sus valores de mercado juntando una lista de actores que se unen al ya de por si valioso casting inicial. Además de la citada Julianne More se pasean por la pantalla Hale Berry, Channing Tatum y Jeff Bridges. Todos ellos incidiendo en su condición de estadounidenses en la eterna relación amor/odio entre la «pérfida Albión» y su antigua coIonia de ultramar. Incluso, y por acabar con este repaso actoral, tiene cabida un pequeño cameo del gran Elton John.
by Fran Campos (Crítico de cine, Colaborador PD, Redacción TW)
